¿Vale la pena cambiar el router "Gratis" que me da el proveedor de Internet por uno Mejor?

A el día de hoy muchas familias cuentas con una conexión a Internet en su hogar; sin embargo, la mayoría de estas personas utiliza el router entregado por la empresa proveedora del servicio de internet.

Esto es la norma, y aunque compresible por el tema de reducción de costos y no querer invertir nada adicional de lo ya pagado por el servicio. ¿Vale la pena cambiar el router “Gratis” por uno de mejor calidad?

Seguro que alguna vez has escuchado quejas de algún amigo sobre el pésimo servicio de Internet que tiene. Es posible que te haya pasado a ti mismo y todo esto a pesar de tener contratada una buena velocidad. Como cliente, te habrás indignado y llamado a la empresa; sin embargo, nunca se termina de arreglar el problema.
En muchos casos el fallo está en el propio router. Los routers que “regalan” las empresas a veces son de dudosa calidad; por esa razón suelen aportar una mala conexión Wi-Fi y una “velocidad” deprimente en algunos casos.

Los routers convencionales (muchos de los cuales son los que vienen “Gratis”) poseen un número bajo de antenas, lo que dificulta contar con una buena conexión cuando estamos lejos del router. Los routers profesionales sí hacen uso de un mayor número de antenas, lo que crea un Wi-Fi con un alcance mucho mayor.

No solo importa el número de antenas, también hay que tener en cuenta su colocación. Si tu router cuenta con más de una antena, lo recomendable es que una de ellas esté en vertical y el resto en horizontal. Aún así, lo ideal es probar, puesto que las características de cada hogar son diferentes y pueden influir en la recepción.

Muchos de los routers de última generación incluyen la tecnología Beamforming; ésta ajusta las conexiones WLAN para que busquen el camino idóneo para llegar al dispositivo conectado a la red Wi-Fi. El router utiliza sus antenas para enviar señales y analizar las que reciben de los propios dispositivos, logrando así la dirección exacta a la que deben enviarse las ondas.

Básicamente, los routers con Beamforming cambian el modo de conectarse con los dispositivos según las necesidades de éstos, lo que da lugar a conexiones más precisas y con menos fallos.

En lo relativo a la velocidad ocurre lo mismo. Los routers que ofrecen las empresas en ocasiones no alcanzan la velocidad máxima que un usuario ha contratado, puesto que emplean la banda de 2,4 GHz. Ésta admite velocidades de hasta 300 Mbps y está bastante saturada, ya que la mayoría de los dispositivos se conectan a ésta y no a la de 5 GHz.

Si te decides por comprar un router diferente debes asegurarte de que incorpora una segunda banda de 5 GHz. Esta banda ofrece velocidades de más de 1000 Mbps y cuenta con un mayor número de canales que además están menos saturados. Con la banda de 5 GHz contarás con mucha mayor velocidad y sufrirás menos interferencias al no estar utilizada por tanta gente.

Los routers “Gratis” no suelen ser muy personalizables, se pueden modificar algunos aspectos pero existen muchas limitaciones. Aunque no seas un especialista en sistemas y redes, los router más recientes; ofrecen innumerables opciones de configuración muy fácil de implementarlas.

Con un router profesional podrás crear conexiones de red especiales para los invitados; además de limitar aspectos de la red a los más pequeños de la casa, incluyendo avisos. También se podrán escoger ciertos dispositivos como prioritarios para que reciban la mejor conexión. Muchos routers de este tipo pueden gestionarse desde simples apps del celular, lo que simplifica el trabajo.

Si estás acostumbrado a jugar online conocerás la importancia de la velocidad de tu Internet, especialmente en los shooters. Tu rival puede matarte prácticamente sin que le veas si su conexión es superior a la tuya. Para cualquier “Player” habitual esto no es ningún secreto.

Un router como el Nexxt Nyx 1200 o el Google WiFi puede suponer la diferencia a la hora de jugar. Éste posee un software con controles dedicados al gaming; por consiguiente, los usuarios podrán controlar su ping (latencia) y reducirlo al mínimo. Además, se podrá priorizar la conexión de determinados dispositivos (aplica para el Google WiFi), asegurándonos de que la consola o PC reciben la mejor conexión posible.